Muchas de las cosas que ocurren en un grupo son invisibles a sus miembros —simpatías o afinidades por algunas personas en detrimento de otras, preferencias por un estilo de comunicación, diferencias que esconden privilegios, etc.—, todas ellas forman parte de lo que las personas facilitadoras llamamos el campo grupal, una entidad que formamos entre todas pero que una vez formada condiciona nuestra manera de pensar y de hacer. Los frutos visibles de ese campo grupal son, en muchas ocasiones, comportamientos y reacciones difíciles que ponen en peligro la convivencia y los objetivos de nuestros proyectos. Ganar conciencia de las necesidades y patrones que actúan bajo esos comportamientos implica un cambio en nuestra mirada organizacional, es decir, en como ponemos nuestras organizaciones al servicio del desarrollo y cuidado de la personas que las forman. Y es sobre esta mirada que abordaremos el trabajo en este taller.